El sueño increíble

Uruguay en semifinales, después de un partido épico contra Ghana.
Para nuestros niños, para nuestros jóvenes, que nunca habían visto
a nuestra selección de fútbol entre los cuatro mejores del mundo,
el mensaje luminoso es que, cuando
hay fe y espíritu solidario, todo se puede lograr, los sueños más locos
se pueden volver realidad.