"Se recuesta a mi lado, rompe un pedazo del chocolate y me lo lleva a la boca.
-Eat, come on, eat!
Susurra, pero aun así su voz suena fuerte."
-Eat, come on, eat!
Susurra, pero aun así su voz suena fuerte."
"Me voy mareando de a poco con el sabor dulce que fluye por mi cuerpo, con el olor de sus ropas y con la mano que acaricia mi rodilla."
"Siento como si me ablandara y me derritiera como el chocolate que está entre mis dedos: esta es la forma en la que quiero vivir, por supuesto, mientras él esté allí para llenar la carpa con su calor y aromas y comida".
(Fragmento de "For a lost soldier" -"Para un soldado perdido"- por Rudi Van Dantzig. Traducción: Alejandro. Imágenes de la película basada en el libro)
***
Rudi en 1944 |
Rudi (derecha) con un amigo en 1941 |
Fue una de las noticias más tristes del comienzo de este año.
El 19 de enero, a los 78 años, falleció Rudi van Dantzig en su casa de Amsterdam.
Conocido mundialmente por ser el autor y protagonista del libro de memorias “For a lost soldier” (publicado en 1986), en el cual se basó la película del mismo nombre (1992), y que ya ha pasado a ser un clásico. Cuenta acerca de su temprana relación íntima (tenía 12 años) con un soldado canadiense de las tropas aliadas de liberación.
Rudi van Dantzig había nacido el 4 de agosto de 1933 en Amsterdam, donde su padre trabajaba en una fábrica de aviones Fokker. Sus padres eran marxistas que se oponían a la guerra y estaban entusiasmados con el Esperanto (el propuesto pero nunca aceptado “idioma universal”). El niño tenía seis años cuando los alemanes invadieron los Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial. Creció bajo la ocupación, y finalmente su familia lo envió a vivir al campo, en Frisia, que era un lugar más seguro.
Fue allí, poco después de la liberación, donde conoció a aquel “soldado perdido”.
Volvió a Amsterdam, y en la escuela fue un alumno mediocre y sin mucho interés en sus estudios.
En esos años de adolescencia, la danza era lo último que pasaba por su mente, hasta que en 1950 vio "The Red Shoes" ("Las zapatillas rojas" de Michael Powell), la película clásica del ballet. Rudi quedó tan impresionado con ella que la vio 39 veces más, y se fue a estudiar danza con Anna Sybranda y luego con Sonia Gaskell, a los dieciséis años.
En esos años de adolescencia, la danza era lo último que pasaba por su mente, hasta que en 1950 vio "The Red Shoes" ("Las zapatillas rojas" de Michael Powell), la película clásica del ballet. Rudi quedó tan impresionado con ella que la vio 39 veces más, y se fue a estudiar danza con Anna Sybranda y luego con Sonia Gaskell, a los dieciséis años.
Estaba claro que, tras ese comienzo tardío, nunca llegaría a ser un bailarín de primer nivel.
Tenía ya dieciocho cuando Sonia, ante la escasez de bailarines varones, le dio una primera oportunidad en su compañía. También con el apoyo de su maestra, en 1955 Rudi crea la coreografía del primero de sus 51 ballets, Isla Nocturna, con música de Debussy.
Rudi en sus comienzos con la danza |
Con Marianne Hilarides, en 1952 |
Tenía ya dieciocho cuando Sonia, ante la escasez de bailarines varones, le dio una primera oportunidad en su compañía. También con el apoyo de su maestra, en 1955 Rudi crea la coreografía del primero de sus 51 ballets, Isla Nocturna, con música de Debussy.
El año anterior, Martha Graham y su compañía habían hecho una primera visita a los Países Bajos y el efecto sobre Van Dantzig fue removedor, abriendo sus ojos a nuevas posibilidades para el teatro y la expresividad en la danza. Viajó a Nueva York para estudiar la técnica de Graham, que iba a tener una fuerte influencia en su propia coreografía.
En 1961 Gaskell combinó su pequeña empresa con otras dos para formar el Ballet Nacional de Holanda –con apoyo estatal- y se convirtió en su directora artística.
Rudi en 1959 se había unido a una nueva compañía, la Netherlands Dance Theater, pero volvió al Ballet Nacional en 1969, como co-director junto a Gaskell. Y quedó después como único director artístico, desde 1971 hasta su renuncia en 1991.
Coreógrafo provocador, con su mezcla de idealismo y de protesta social imprimió al Ballet Nacional de Holanda un perfil internacional. Se describía a sí mismo como “una especie de bastardo entre el ballet clásico y el moderno”.
En realidad, fue su ballet moderno el que ofreció una poderosa alternativa europea a los modernistas abstractos de la danza neoyorkina, y a partir de sus trabajos Holanda empieza a liderar la danza de la Europa continental.
"La danza debe tener un gran interés por lo social", dijo Van Dantzig en una entrevista para The New York Times en 1976, justo antes del debut de su compañía en Nueva York. "Usted debe comprometerse con la vida -y no sólo bailar-, con la vida tal como es y tal como quisiéramos que fuera."
En su condición de homosexual con una activa sensibilidad política, sintió agudamente la intolerancia de esos tiempos, lo cual se convirtió en un tema importante en sus ballets y escritos.
Rudi van Dantzig saltó a la fama internacional con su ballet "Monumento para un niño muerto" (1965), retrato de un atormentado adolescente que descubre su homosexualidad en un entorno intolerante. Se inspira en la breve vida del influyente poeta homosexual holandés Hans Lodeizen.
RUDI |
Cuando una compañía estadounidense, el Harkness Ballet, estrenó esta obra en Estados Unidos en 1967, Clive Barnes, crítico de danza del diario The Times, la llamó "sin lugar a dudas, una importante creación." Más que contar una historia literal, el ballet seguía los encuentros traumáticos del niño en un patrón fragmentario, alucinante.
Los sets habían sido diseñados por el coreógrafo y bailarín Toer van Schayk, pareja de Rudi por mucho tiempo, y que le sobrevive.
La obra, con música electrónica experimental de Jan Boerman, era tan poderosa que hasta el gran Rudolf Nureyev pidió para protagonizarla. Después de esto, Van Dantzig coreografió tres ballets para él. El primero, "Cuerdas del Tiempo", fue la primera pieza influenciada por la danza moderna creada para Nureyev. Se estrenó en Nueva York en 1970 y recibió muy malas críticas.
El propio Rudi reconoció que estaba contrariado por los “atentados” de Nureyev contra su estilo coreográfico. Decía que “Es como alguien que habla un idioma que no es el suyo y tú siempre puedes escuchar de fondo su lengua materna".
Rudolf Nureyev en Monumento para un Niño Muerto, circa 1969 |
El propio Rudi reconoció que estaba contrariado por los “atentados” de Nureyev contra su estilo coreográfico. Decía que “Es como alguien que habla un idioma que no es el suyo y tú siempre puedes escuchar de fondo su lengua materna".
De todos modos su amistad con Nureyev continuó, y tras el espaldarazo del gran bailarín recibió múltiples encargos, tanto del ballet nacional holandés como de compañías internacionales.
“Pájaros Pintados” (1971) no fue un homenaje al Uruguay* sino una alerta temprana a la capacidad del hombre para contaminar tanto las mentes como el entorno, y hacía un amplio uso de películas proyectadas para ilustrar y ampliar la acción en el escenario. El último golpe teatral se producía cuando la música de Niccolò Castiglioni daba paso a una grabación del coro final de “La Pasión según San Mateo” de Bach, que era acompañada por el elenco, el propio coreógrafo y parte del personal de la empresa.
Como director artístico, Van Dantzig mantuvo un repertorio ecléctico que incluía los clásicos del siglo XIX (Romeo y Julieta, El Lago de los Cisnes), ballets de coreógrafos contemporáneos neoclásicos (George Balanchine y Frederick Ashton) y obras nuevas, que a menudo mezclan danza moderna con el vocabulario del ballet clásico, suyas propias y de Hans van Manen y Toer van Schayk, los otros dos coreógrafos que junto a Rudi revolucionaron la danza en Holanda.
Hans van Manen, Rudi van Dantzig y Toer van Schayk, hacia 1970 |
Con su pareja, Toer van Scheyk, en Rotterdam, abril de 1979 |
Rudi van Dantzig, primer plano, en un ensayo |
Rudi consideraba que su mejor trabajo era "Cuatro últimas canciones" (1982), título tomado de Richard Strauss. Aquí se transforma la meditación de Strauss sobre la muerte en un poema de amor silenciado: cuatro parejas separadas en duetos por una mensajera de la muerte.
Retirado de su trabajo como director en 1991 después de 20 años de actividad, Van Dantzig continuó como coreógrafo residente de la compañía por un período de tres años, y aun regresó a su Ballet Nacional de Holanda en 2002 con su creación “Lommer”.
Recibió el premio “Benois de la Danse” -premio a sus logros de toda una vida- y fue condecorado como Caballero y Oficial de la Orden de Orange-Nassau.
Escribió dos libros relacionados con la guerra. Uno fue "Para un soldado perdido", que ya mencionamos, y el otro un libro sobre Willem Arondéus, un artista homosexual combatiente de la resistencia holandesa contra los nazis.
También escribió sus memorias sobre Nureyev: "Nureyev: El rastro de un cometa".
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FOR A LOST SOLDIER: La película
En cuanto a la polémica suscitada por la película, hay varios lugares en la red donde se pueden leer distintos puntos de vista acerca del espinoso tema que aborda.
Creo que lo más importante es que refleja una vivencia de Rudi que marcó su preadolescencia, algo que él recordaría a través de los años.
Aquel hombre que lo llamaba "Mi Príncipe", y que apareció en su vida justo en ese momento de quiebre y de euforia, cuando finalmente quedaban atrás aquellos años de incertidumbre y desesperanza, y se abría ante el niño un horizonte luminoso.
Si lo miramos como un simple abuso por parte del soldado, tenemos que tener en cuenta que el niño ya tenía un grado de madurez tal, que cuando sucedió el primer encuentro íntimo era algo que él ya lo venía deseando y buscando desde hacía bastante tiempo, como claramente se muestra en la primera parte de la película.
De todos modos, da para polemizar, y mucho.
Esto, en cuanto a la película en sí.
Pero si pensamos en lo que realmente sucedió...
La película es hermosa así como está, pero cuenta sólo la mitad de la historia, cuando el niño ya se había encariñado con el soldado.
Y se saltea -muy prolijamente- la parte del libro que relata cómo fue en realidad el primer encuentro sexual.
Ahí Rudi nos cuenta que el soldado lo violó en un granero un día de lluvia, abusó groseramente del niño, el cual después de eso estuvo confundido y enfermo por unos días, con fiebre.
Si la película hubiera mostrado eso, muy distinta sería nuestra opinión acerca de esta historia.
Pueden leer un buen comentario del film en:
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/2011/06/voor-een-verloren-soldaat-for-lost.html
Es interesante lo que aclara allí -en uno de los comentarios- Alejandro: que el final de la película es puramente ficticio, que "la identidad del soldado es absolutamente desconocida, y Rudi nunca volvió a tener contacto con él."
Agrego algunas otras imágenes de la película:
Creo que lo más importante es que refleja una vivencia de Rudi que marcó su preadolescencia, algo que él recordaría a través de los años.
Aquel hombre que lo llamaba "Mi Príncipe", y que apareció en su vida justo en ese momento de quiebre y de euforia, cuando finalmente quedaban atrás aquellos años de incertidumbre y desesperanza, y se abría ante el niño un horizonte luminoso.
Si lo miramos como un simple abuso por parte del soldado, tenemos que tener en cuenta que el niño ya tenía un grado de madurez tal, que cuando sucedió el primer encuentro íntimo era algo que él ya lo venía deseando y buscando desde hacía bastante tiempo, como claramente se muestra en la primera parte de la película.
De todos modos, da para polemizar, y mucho.
Esto, en cuanto a la película en sí.
Pero si pensamos en lo que realmente sucedió...
La película es hermosa así como está, pero cuenta sólo la mitad de la historia, cuando el niño ya se había encariñado con el soldado.
Y se saltea -muy prolijamente- la parte del libro que relata cómo fue en realidad el primer encuentro sexual.
Ahí Rudi nos cuenta que el soldado lo violó en un granero un día de lluvia, abusó groseramente del niño, el cual después de eso estuvo confundido y enfermo por unos días, con fiebre.
Si la película hubiera mostrado eso, muy distinta sería nuestra opinión acerca de esta historia.
Pueden leer un buen comentario del film en:
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/2011/06/voor-een-verloren-soldaat-for-lost.html
Es interesante lo que aclara allí -en uno de los comentarios- Alejandro: que el final de la película es puramente ficticio, que "la identidad del soldado es absolutamente desconocida, y Rudi nunca volvió a tener contacto con él."
Agrego algunas otras imágenes de la película:
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El artículo biográfico es un compendio de noticias aparecidas en las últimas semanas en The Telegraph, The Guardian y The New York Times, de donde fueron tomadas también algunas de las imágenes, así como del blog "Christos Second Life", y de la página:
http://www.eenlevenlangtheater.nl/rudi%20van%20dantzig/biografie/Jeugd
*La palabra "Uruguay" es de origen guaraní, y significa, según la etimología más popular, "Río de los Pájaros Pintados".