martes, 25 de octubre de 2011

De un armario a otro con Dani Umpi



Salir de un armario para meterse en otro
(Reflexiones sobre declarar públicamente mi homosexualidad en Uruguay)
Por Dani Umpi

 
"Todos los poetas gays tienen una sensibilidad especial, especialmente en el culo"
(Esteban García en "Todos putos, una bendición")

Me avergüenza confesar que no me he sentido discriminado desde que comencé a adquirir un poquitito de repercusión social, admitiendo también mi homosexualidad. Digo "no me he sentido", lo cual no significa "no he sido discriminado" o "no he tenido problemas".
Desde un primer momento me resultaron curiosas algunas situaciones. Una de ellas es la frecuencia que en las entrevistas que me realizan necesariamente se incluya la pregunta "¿estás saliendo con alguien?", teniendo en cuenta que estamos en Uruguay, un país donde supuestamente no interesa la vida privada de sus agentes culturales. En una de ellas, realizada por el semanario Brecha, manifesté mi descontento al respecto (lo hice también en otras oportunidades, pero para los periodistas no tuvo importancia) ilustrándolo con un ejemplo al azar, que se me ocurrió en el momento. Dije "a Jorge Schellemberg no le preguntan si tiene pareja", frase que generó un breve malentendido con este músico, al que respeto muchísimo, y que inmediatamente fue aclarado pues, lógicamente, no estaba juzgando su vida privada. Sigo sin darme cuenta si los medios sobreexponen esos aspectos para hacerse los modernos o si realmente resultan relevantes en algún sentido.



En otra oportunidad, en una entrevista que me realizaron en TV Ciudad, dije que el "ambiente de los boliches gays no me gusta porque es muy cerrado y fomenta un estereotipo de ser gay", lo cual desencadenó una catarata de e-mails en mi casilla, de gays ofendidos (ninguno de ellos hablando en nombre de un grupo) porque supuestamente yo "no podía decir eso si siempre voy a bailar a esos sitios", lo cual, obviamente, es cierto, pero una cosa no quita la otra. En ese sentido podría estar de acuerdo, pero siempre me defendí de las acusaciones de que yo "discriminaba a los gays" argumentándoles que, si de algo estoy orgulloso es de que en mis actuaciones sea frecuente ver parejas homosexuales de la mano o besándose, en lugares tradicionalmente heterosexuales. Simultáneamente, muchas veces en boliches gays se me han acercado chicos reclamándome más "activismo", como si las pocas veces que aparezco en los medios debiera utilizarlas en hacer reclamos reivindicativos de los gays en lugar de promocionar mis actividades artísticas, como si yo fuera el único gay que aparece en los medios, cuando tenemos a dos o tres por día. ¿A ellos les hacen los mismos reclamos? Lo ignoro. Soy consciente que admitir mi conducta sexual, de alguna manera, me convierte en una especie de activista pero no estoy preparado para eso y tampoco tengo ganas de representar a nadie. Hay gente mucho más preparada que yo para hacerlo. No creo que los gays que me critican ese punto admitan su homosexualidad en su familia, o trabajo, pero me encantaría estar equivocado.



Con todos estos acontecimientos he confirmado mi desconformidad con algunos sectores gays. No creo que ese hecho signifique que los discrimino, pero no estoy para nada de acuerdo con el estereotipo de "lo gay" que se propaga en algunos espacios gays como algunas discotecas o algunas publicaciones. El problema no creo que sea de los dueños de las discotecas, ni de los directores de las revistas gays, sino de los propios gays que consumen y alimentan ese estereotipo. Me parece ridículo que un grupo de gente se vista igual, piense igual, hable igual por el hecho de compartir una conducta sexual. Admito que la discriminación también ha ayudado a formar esos ghettos y que en ellos ha surgido una cultura, alcanzando muchos logros que, entre otras cosas, me permiten andar tranquilo por la calle y hacer lo que hago, pero no es la única cultura que existe dentro de los gays. Me parece irreal que la comunidad gay tenga un "estilo de vida". Me aterra la idea de que la orientación sexual sea un criterio de segmentación de mercado, un público objetivo, pero a muchos gays les encanta, les entusiasma la idea de que les vendan ropas para gays, por ejemplo, como si fueran diferentes al resto. También les entusiasma que "lo gay" esté de moda, cuando en realidad sólo estaría de moda una manera de ser gay.



Todo eso juega en contra. No me hace estar orgulloso de ser gay, es más, creo que es el colmo estar orgulloso de eso, de ser un ghetto. Yo no estoy orgulloso, ni estaría orgulloso de ir a bailar canciones de Madonna en un lugar cerrado donde no dejan entrar travestís (en algunos casos no dejan entrar mujeres), vestido de lycra, donde se valora la frivolidad y el hiperconsumismo. Siempre digo que "los McDonalds, los cibercafés y los boliches gays son iguales en todo el mundo" y no creo estar equivocado. Todas las excepciones que me dicen parecen confirmar mi regla. Me resulta increíble que siendo gay no me refleje en las revistas para gays, ya que no me interesan las dietas con anabólicos, ni la lencería, ni los últimos productos de cosmética masculina, ni el Greatest Hits de Barbara Streisand o Elton John, ni me gusta el modelo de hombre desnudo que invariablemente ofrecen como objeto de deseo en las páginas centrales a todo color y que, generalmente, es mecánico o policía.



Tampoco me interesa la misoginia del supuesto "humor gay", tan "lúcido y ácido", que a las mujeres llaman "concha", plagado de comentarios clasistas como si el simple hecho de ser gay te pusiera en una situación económicamente superior al resto. Tampoco creo en la supuesta sensibilidad de los gays. Relacionar sexualidad con sensibilidad me parece macabro. Pensar que hay sensibilidades "superiores" o más "refinadas" que otras me resulta más espeluznante. La sensibilidad que propone el estereotipo gay no me interesa ni la comparto en lo más mínimo. Me parece de pésimo gusto que una casa esté llena de almohadones.



Es cierto que soy muy exagerado, quisquilloso y bastante insoportable, pero no creo que mi irritación en esos aspectos sea injustificada. Soy bastante antiguo y sigo creyendo en esa ideología tan de los noventa que confía en la mezcla, aunque Benetton ya no esté de moda. Me parece que encerrase no hace bien a nadie. Sé que no es fácil porque tampoco creo que el mundo esté aceptando más a los homosexuales. Me parece que eso es irreal, como es irreal que la popularidad de Florencia de la V ayude a aceptar a las travestís (porque la aceptan más a ella, pero a la travestí gorda y pobre de la esquina la van a seguir discriminando). En mi caso podría decir que no me siento discriminado, pero es una visión personal. No creo que cambie significativamente la situación de los gays en Uruguay. La gente dice que acepta más a los homosexuales, pero lo dice sólo porque no sabe cuándo va a necesitar de vos para manguearte algo y, por las dudas, te acepta. Pero si les llegás a fallar, si tenés un error, hacés algo malo o te equivocás, en seguida van a decir que sos un puto de mierda.
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Dani Umpi es uno de mis ídolos, artista completo y escritor de una lucidez de la cual hace gala en este delicioso artículo publicado en el suplemento LAPZUS 3 "Homosexualidad" del Semanario Brecha (2004).
Para más información sobre Dani, click en la siguiente imagen para consultar la Wikipedia:


También, un reciente reportaje aparecido en el Suplemento Cultural de El País (link directo en la imagen):


2 comentarios:

  1. Alimentar estereotipos no es algo positivo; muy interesante sobre cómo se parecen tantos los McDonalds y las discotecas gay. Y las fotos que acompañan el artículo son extraordinarias, una maravilla.

    Acabo de escribir una reseña de Severed # 2, me acuerdo que me dijiste que el arte del número 1 te había gustado.

    Saludos.

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  2. Este artículo del gran Dani Umpi me encantó desde la primera vez que lo leí, y casi muero de la risa con lo de los poetas gays, si bien es una cita de otro autor, fue muy oportuno al recordarla.

    Me alegro de que te guste, Arion, tú como siempre ahí, eres una permanente fuente de inspiración.
    Me voy a ver tu blog.

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